Teresa Noceda defiende el turismo como motor de vida en Comillas y apuesta por un modelo sostenible
La alcaldesa de Comillas, Teresa Noceda, ha reivindicado el papel histórico del municipio como referente turístico en Cantabria y en España desde el siglo XIX, cuando la villa se convirtió en lugar de veraneo de la aristocracia y la alta burguesía tras la llegada del rey Alfonso XII y su familia.
“Comillas ya era un lugar de referencia del veraneo, como San Sebastián, Biarritz o Santander. Veranear aquí no era cualquier cosa, era un símbolo de prestigio”, recordó Noceda, quien subrayó que esa impronta sigue presente en la imagen del municipio.
La regidora insistió en que el turismo es “la única industria” de Comillas y, por tanto, “su forma de vida”. En este sentido, rechazó los discursos contrarios a la llegada de visitantes: “No podemos decir que no queremos más turismo, porque vivimos de ello. Lo que tenemos que hacer es mejorarlo, hacerlo más sostenible, regular accesos, ampliar aparcamientos y facilitar la circulación, pero nunca prescindir de él”.
Noceda también destacó el impacto del cambio climático en los hábitos de viaje, especialmente con el turismo procedente de Madrid, que en los últimos años ha optado por el norte frente al sur debido a las altas temperaturas: “Ahora muchos que antes iban al sur, con estos calores, eligen Cantabria, donde el clima es más favorable”.
La alcaldesa defendió la necesidad de desestacionalizar el turismo y animó a descubrir Comillas fuera de los meses de verano: “Los otoños son estupendos, hasta noviembre se puede disfrutar del buen tiempo. En invierno es cuando se aprecia el verdadero encanto de Comillas, con sus calles, rincones y mansiones modernistas dentro de jardines espectaculares, sin tanto tráfico”.
Asimismo, recordó que la villa cuenta con un patrimonio arquitectónico único en España: “Después de Barcelona, Comillas es el lugar con mejor modernismo del país. Tenemos el Palacio de Sobrellano, la Capilla-Panteón, el Seminario Pontificio y la huella de grandes arquitectos modernistas que dejaron aquí su impronta para el disfrute de todos”.
En su mensaje final, Noceda insistió en la hospitalidad como seña de identidad: “Debemos tratar al turista y al visitante de la mejor manera posible, para que se lleven el mejor recuerdo. Al fin y al cabo, vivimos de ello”.