La consejera de Salud del Gobierno de La Rioja, Sara Alba, ha afirmado este lunes que el brote de coronavirus detectado este fin de semana en el campamento de jóvenes salido desde Lardero y que se ha celebrado en la localidad cántabra de Cóbreces (Alfoz de Lloredo) está "controlado".
En dicho campamento había más de un centenar de personas entre monitores y los niños participantes, con edades de entre 7 y 16 años y que estaban separados en dos grupos diferentes.
El brote, que tenía al menos once personas positivas, obligó a adelantar la vuelta de los jóvenes riojanos a sus domicilios.
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Este incidente ha surgido a pesar de que antes del campamento, organizado por el Ayuntamiento de Lardero, los jóvenes se realizaron un test de antígenos, con resultado negativo en todos ellos.
Durante el fin de semana un niño se empezó a sentir mal, con fiebre y se decidió llevarle a los servicios sanitarios cántabros, donde se le realizó la prueba pertinente y resultó positivo en Covid-19.
Tras ello, "se estableció el protocolo oportuno para esta situación" y en el propio campamento se realizaron test de antígenos a sus contactos más estrechos que, finalmente, arrojaron otros diez positivos.
Así las cosas, la organización del campamento decidió adelantar el regreso de los jóvenes del campamento.
La consejera ha explicado que "las pruebas diagnósticas se han realizado entre el día de ayer y el día de hoy", por lo que aún no se sabe el número concreto de positivos "del que informaremos en cuanto se conozca".
Ha asegurado igualmente que "está la situación controlada, las familias informadas y los chicos están bien, más allá de que hayan tenido que suspender su momento de vacaciones de verano, que seguro que podrán recuperar de otra manera".
