Miguel Ortiz, el soldado cántabro en Ucrania sigue desaparecido, y su familia pide "que lo traigan de vuelta"

“Todo indica que no está vivo, no por el tiempo que lleva desaparecido, si estuviese vivo, se habría puesto en contacto, lleva 18 años en el ejército, es francotirador condecorado, si hubiese caído herido, se habría puesto en contacto con nosotros, al menos para tranquilizarnos”.
Miguel
photo_camera Miguel

Miguel Ortiz, un cántabro natural Meruelo, tomó la decisión de alistarse en la Legión Internacional para luchar en Ucrania. Según su hermana Beatriz, era “su última oportunidad, tenía la espina clavada”. Y eso que, a sus 44 años, en su ficha de servicio militar constan 18 años de trabajo en el 64º Regimiento de Cazadores de Montaña del Ejército español.

Ortiz, que viajó para luchar contra la invasión rusa en Ucrania, está “desaparecido”, según el Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno de España. La familia de Miguel está desesperada porque ya han pasado tres meses y su hermana, en declaraciones para ifomo.es Noticias, cuenta otra realidad a la de la versión oficial. Desaparecido sí, pero con matices. Dice que “hay varias cosas que nos han llegado extraoficialmente por compañeros, nos dicen que desaparecido no está, saben perfectamente que cayó en una zona”. Las cifras oficiales hablan de tres españoles muertos en la guerra de Ucrania. Miguel podría ser el cuarto.

La familia solo busca movilidad, celeridad, traer a Miguel de vuelta a España sea cual sea su condición, “que lo localicen y lo traigan de vuelta”, suplica su hermana. Según el sargento ucraniano y otros compañeros militares con los que la familia ha mantenido contacto, “nos dicen que desaparecido no está, saben perfectamente que cayó en una zona”. Concretamente, en Andriivka, en el Dombás, donde fue a completar una misión de dos días de la que, hasta hoy, no regresó.

Estas fuentes barajan dos versiones: “Hay unos que dicen que se recuperó y está en la morgue y otros que no, que nos habrían llamado para ir a hacer las pruebas”. Por el momento, tanto el padre como la hermana de Miguel se han sometido a una prueba de ADN, “como protocolo”. Y, en caso de localizarlo en la morgue, “poder comparar”. Pero hasta hoy, “nadie nos ha dicho que lo hayan hecho”.

La segunda teoría sobre el cuerpo del cántabro, según el sargento ucraniano que dirigía la misión en la que estaba embarcado Miguel es que el cuerpo “no se ha recuperado, y lo tienen localizado dónde cayó porque lo han visto con un dron”.

El entorno habla también de un “contrato” con la Legión Internacional, “que pone que se harían cargo de todo, de la repatriación, de todo lo que conllevase, entonces lo que no pueden estar es mareando la perdiz”.

La familia está “destrozada”, dice con crudeza. “Todo indica que no está vivo, no por el tiempo que lleva desaparecido, si estuviese vivo, se habría puesto en contacto, lleva 18 años en el ejército, es francotirador condecorado, si hubiese caído herido, se habría puesto en contacto con nosotros, al menos para tranquilizarnos”.

No quieren que esto se quede en “ríos de tinta” y que todos se “olviden de Miguel”. Buscan desesperadamente agilizar los trámites para traer al soldado cántabro fallecido de vuelta, y reclaman a los organismos españoles más celeridad.

La familia directa de Miguel desmiente que “haya ido por necesidad económica, ha sido ido porque era militar, lo llevaba en la sangre, cuerpo, mente y alma, no hay más vueltas que darle. Ha ido porque quería ir, estuvo en Afganistán, en Mali, en muchas misiones. Aquí ya le pagaban un dinero, pero en Ucrania le pagaban una miseria, él ya sabía a lo que iba, otra cosa es lo que se encontró”.

Ya puedes sumarte a nuestro canal de Whatsapp para no perderte nada de lo que ocurre en Cantabria, te dejamos aquí el enlace: https://whatsapp.com/channel/0029VaCbvWgEAKWIZou26l2P