El objeto del proyecto es la mejora de un importante nudo viario del entorno de Santander, en el que confluyen dos vías importantes, la A-67 y la S-10, y en el que la presencia de polos de atracción de movimientos es muy destacada.
Dicha mejora consiste en una ampliación de las calzadas de las autovías A-67 y S-10, variable según los tramos, y en la remodelación o mejora de los enlaces de Nueva Montaña, puerto-Ciudad del Transporte, polígono de Raos, Parayas-aeropuerto, Primero de Mayo y el enlace de la autovía A-67 con la autovía S-30.
La evaluación de impacto ambiental practicada, que hoy se publica en el Boletín Oficial del Estado (BOE), concluye esta necesidad respecto a este proyecto promovido por la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento y que se localiza en los municipios de Santander y Camargo.
La Dirección General estima que es previsible que el incremento de la contaminación acústica del proyecto durante la fase de explotación tenga un efecto negativo significativo, por lo que establece la necesidad de someterlo a evaluación ambiental.