El mes pasado ha sido el segundo mayo más ventoso de los últimos 20 años y el de menor actividad tormentosa

photo_camera CANTABRIA.-El mes pasado ha sido el segundo mayo más ventoso de los últimos 20 años y el de menor actividad tormentosa

El mes pasado ha sido el segundo mayo más ventoso de los últimos 20 años en Cantabria y el de menor actividad tormentosa desde 2000. Con carácter general, ha sido seco y frío.

Son los principales datos del Avance Climatológico de Cantabria elaborado por la Delegación Territorial en Cantabria de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que se ha difundido hoy.

Mayo ha sido un mes frío en Liébana, valles occidentales y en las comarcas del Ebro, y muy frío en todo el litoral y en la mitad oriental. También ha sido seco o muy seco en la mitad occidental de la región y normal en el resto, salvo la cabecera de los valles pasiegos, donde resultó húmedo.

Durante el pasado mes, las precipitaciones fueron relativamente frecuentes pero la cantidad total recogida resultó muy pequeña. En el litoral se han registrado entre 8 (San Vicente de la Barquera) y 16 (Castro Urdiales) días de lluvia; en los valles cantábricos, entre 11 (Terán) y 18 (Soba-Alto Miera); 6 días de lluvia en Tama; y entre 8 (en Polientes) y 11 (en Nestares) en Campoo y Los Valles.

A pesar de que el número de días de lluvia se sitúa en torno a lo esperado, el total mensual está, en promedio, un 25% por debajo de lo normal.

Solo se han recogido cantidades significativas de lluvia el día 9, y entre los días 16 a 19. En el primero, ocasionado por el paso de una borrasca atlántica con fuertes vientos de componente oeste, la cantidad recogida por estación no llegó a los 10 litros por metro cuadrado. El segundo episodio, que vino acompañado de una bajada notable de las temperaturas que dejó nevadas en zonas altas de montaña, acumuló cerca de 50 litros por metro cuadrado de lluvia en algunas estaciones.

Durante la última decena del mes, las precipitaciones se repitieron con frecuencia, aunque las cantidades diarias recogidas no superaron los cinco litros por metro cuadrado en la mayor parte de los casos.

Las temperaturas han estado en general por debajo de lo normal en toda la región, tanto las máximas como las mínimas. Se registraron temperaturas especialmente bajas durante la primera semana --cuando en ninguna estación se alcanzaron los 20 grados centígrados-- y en torno al día 18 --el más frío del mes--, en el que ningún observatorio llegó a los 15 grados de máxima.

El carácter fresco se mantuvo hasta los últimos días, cuando el ambiente despejado anticiclónico hizo subir la temperatura por encima de 30 grados, tanto en los valles cantábricos (Ramales, Villacarriedo, Terán) como en el interior (Tama, Polientes).

La insolación ha estado ligeramente por encima de los valores normales en el litoral, mientras que en los valles cantábricos se ha mantenido igual o por debajo. En el aeropuerto de Santander ha brillado el sol durante 196 horas, un 14% más de lo normal en esta época.

El viento ha recorrido en el observatorio del aeropuerto de Santander 10.172 kilómetros, muy por encima de la media, lo que convierte este registro en el segundo más alto de mayo de los últimos veinte años. Se superaron los 80 kilómetros por hora de velocidad máxima en la región los días 4, 8 y 17.

No se detectaron descargas procedentes de rayos sobre la región, lo que hace del pasado mayo el de menor actividad tormentosa desde el año 2000.

VALORES EXTREMOS

En mayo, la temperatura máxima más alta registrada en Cantabria corresponde a los 31,7 grados centígrados el día 31 en Tama, y la mínima más baja, a los -3,8 grados el día 5 en Alto Campoo.

La máxima precipitación recogida en 24 horas fue de 47 litros por metro cuadrado el día 18 en Soba Alto Miera; y la racha máxima de viento de 101 kilómetros por hora el día 17 en Tresviso.