El 'Proyecto Ríos' detectó en 2022 una tendencia de aumento en la temperatura del agua y menos caudal

Los datos ponen de manifiesto que no hay afecciones importantes en los tramos analizados
10:15 horas. Sala de prensa del Gobierno de Cantabria. El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, presenta el último informe del Proyecto Ríos sobre la situación de las cuencas fluviales de los ríos de Cantabria. 15 de febrero de 2023 © Raúl Lucio
photo_camera 10:15 horas. Sala de prensa del Gobierno de Cantabria. El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, presenta el último informe del Proyecto Ríos sobre la situación de las cuencas fluviales de los ríos de Cantabria. 15 de febrero de 2023 © Raúl Lucio

El 'Proyecto Ríos', que desarrolla la Red Cambera en colaboración con el Gobierno de Cantabria, inspeccionó el pasado año, con la participación de casi 700 voluntarios, un total de 73 tramos fluviales en la comunidad autónoma, en los que detectó que los efectos del cambio climático se están notando ya en los ríos, con una tendencia de aumento en la temperatura del agua y menos caudal.

De hecho, 2022 fue el año en el que más bajo ha estado el caudal en otoño con motivo de la sequía, con dos arroyos en los que no fluía el agua: La Canaluca, en Astillero, y Rogería, en Alfoz de Lloredo.

Por lo demás, la campaña de inspección, que se desarrolló entre mayo y octubre del año pasado, ha concluido que el agua de los ríos analizados fluye en todos los otros tramos con aguas transparentes y sin olores, lo que pone de manifiesto la falta de afecciones importantes.

Estas son algunas de las conclusiones del balance de 2022 del 'Proyecto Ríos' presentadas este miércoles, en rueda de prensa, por el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, y la coordinadora de la iniciativa, Ana Gracia.

Según han explicado, los tramos inspeccionados por los voluntarios en 2022, durante la campaña de primavera y de otoño, han abarcado unos 40 kilómetros de ríos cántabros. En los análisis de los tramos se ha atendido a cuestiones como la calidad biológica del agua, el estado de la ribera o la vegetación y fauna presente, entre otras cuestiones.

En la mayoría de los tramos analizados en otoño el nivel de agua había bajado, en concreto en 48 de 56. En primavera, de 62 tramos 25 tenían menos caudal y otros 35 presentaban un nivel normal, mientras que 2 lo tenían más alto.

También se ha observado que en uno de los ríos la temperatura aumentó un grado respecto a 2021 y, aunque "no podemos decir que la temperatura haya subido un grado en todos los ríos", sí que se viene observando esa tendencia de aumento, han explicado.

En concreto, las temperaturas del agua registradas oscilan desde el valor máximo de 22 grados detectados en primavera hasta los 9 grados anotados en un tramo durante el otoño.

Respecto a la calidad de los bosques de ribera, el 37% y el 25% de los tramos muestreados en primavera y otoño, respectivamente, muestran un estado óptimo y bien conservado; y la calidad del agua es buena o muy buena en alrededor del 50% de los tramos.

En cuanto a la biodiversidad, entre las especies protegidas o amenazadas más presentes están la garceta común y el martín pescador, y entre las invasoras el cangrejo americano y cangrejo señal, así como, en la flora, el plumero, el plátano de sombra y la vara de San José.

Las afecciones más halladas son los residuos, siendo el plástico el más dominante, en un 41%, seguido de colillas, gomas o materiales de construcción.

Con estos datos, el 29% y 18% de los tramos en primavera y otoño, respectivamente, muestran estado muy bueno o bueno, lo que indica que no existen alteraciones humanas. Las zonas en mal estado solo suponen un 5% y un 7%.

Blanco ha reafirmado el compromiso de su departamento de seguir apoyando la labor de las distintas entidades ambientales que existen en la región para que "podamos seguir disfrutando de la biodiversidad y la extraordinaria calidad ambiental que existe en Cantabria".

Ha recordado que el Gobierno de Cantabria apoya y financia el Proyecto Ríos desde el año 2008 para impulsar la conservación del medio fluvial a través de la educación ambiental con el objetivo de acercar a la población al entorno natural para que conozcan el estado de salud de los ríos cántabros; estimular y potenciar el voluntariado ambiental; establecer una red ciudadana interesada en el estudio, protección y conservación de los ríos; elaborar un informe anual sobre los ecosistemas fluviales y adoptar responsabilidades respecto a los ecosistemas fluviales y el medio ambiente de la región.

Por su parte, la coordinadora del Proyecto Ríos ha explicado que su objetivo es "acercar a las personas a los ríos para que den un paso más y se fijen en detalles que sirven para detectar la calidad de sus aguas y ver cómo está su salud".

Gracia ha alertado de que los ríos son uno de los ecosistemas que más está sufriendo el impacto del cambio climático y que los datos que el Proyecto Ríos recopila cada año sirven con la ayuda de los voluntarios son de gran valor para llevar a cabo cualquier actuación de restauración ambiental.

PROYECTO RÍOS

El Proyecto Ríos, que también se desarrolla en varios territorios de España y Portugal conformando así la Red Ibérica del Proyecto Ríos, nació de una iniciativa de la Asociación de Hábitats de Cataluña y llegó a Cantabria en 2008 de la mano de la Asociación Red Cambera.

Se trata de una iniciativa con tres fines: la educación ambiental, el voluntariado y la información ambiental y sensibilización de los diversos sectores y colectivos sociales.

Cada año, con todos los datos obtenidos y enviados por los diferentes grupos de voluntarios que muestrean diversos tramos de ríos en Cantabria se elabora un informe anual, que es difundido entre las diferentes administraciones públicas, diversos colectivos, personas voluntarias y ciudadanía en general.