IHCantabria estudia una nueva forma de cuantificar la adaptación al cambio climático

Nota Uc Estudio Ihcantabria Adaptación Cambio Climático
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Un equipo de investigadores del Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria (IHCantabria), liderado por la científica María Maza, estudia una nueva forma de cuantificar la adaptación al cambio climático a partir de una variable global de las marismas.

Según ha explicado Maza, los sistemas naturales y socioeconómicos costeros están sujetos a un riesgo creciente debido a la inundación y erosión derivadas del aumento del nivel del mar y de los eventos meteorológicos extremos. "Por ello es necesaria una gestión de los riesgos adoptando medidas de adaptación para la protección costera frente al cambio climático", ha dicho.

Una serie de hitos recientes, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible o el Fondo Verde para el Clima, han dado lugar a que la gestión sostenible, conservación y restauración de ecosistemas para reducir el riesgo y conseguir la adaptación al cambio climático, a la vez que un desarrollo sostenible y resiliente de la costa, se esté incrementando en los últimos años. Todas estas acciones se enmarcan en las llamadas soluciones basadas en la naturaleza.

Este tipo de soluciones naturales presentan una serie de cobeneficios, como la creación de hábitat, el aumento de la calidad de las aguas o el secuestro de carbono que las hace atractivas para diferentes sectores.

Sin embargo, se carece de una variable global que pueda representar el ecosistema y su capacidad de protección, ha señalado Maza, que realiza los experimentos del estudio en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de Cantabria, utilizando diferentes especies de plantas reales que cubren los estuarios.

Según ha informado la UC, los resultados del estudio darán lugar a un modelo capaz de calcular cuánto nos protegen los ecosistemas costeros diariamente y frente a eventos extremos utilizando una única variable para definir al ecosistema.

"De esta manera se podrá cuantificar cómo nos protegen los ecosistemas existentes en cualquier estuario simplemente tras realizar un vuelo de dron sobre el mismo. Esto supone un hito científico en la modelización de protección costera basada en ecosistemas sin precedentes, ya que los modelos existentes requieren de un gran conjunto de variables que definan a el ecosistema, siendo muchas de ellas desconocidas", ha explicado la investigadora.

Así, el modelo permitirá poner en valor la protección proporcionada, el riesgo de inundación que supondría la pérdida del ecosistema y estudiar si el ecosistema permitirá la adaptación a los riesgos debidos al cambio climático o si serán necesarias actuaciones complementarias para evitar eventos de inundación y erosión.

Para la realización de los ensayos se utilizan plantas reales de todo el intermareal, que se ensayan bajo condiciones representativas de las actuales y correspondientes a escenarios futuros. En los ensayos se mide la atenuación de energía del flujo que produce cada tipo de vegetación. Dicha atenuación de energía se relaciona con la biomasa aérea de cada una de las especies ensayadas.

Para ello, se mide el peso seco constante por metro cuadrado de cada especie. De esta forma se puede cuantificar la protección costera proporcionada por cada especie en función de una única variable que, gracias a los últimos avances, se puede estimar a partir de imágenes de satélite o incluso mediante vuelos aéreos.