Un grupo de hosteleros han intentado increpar esta mañana al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, en las puertas del Parlamento regional, pero él ya había entrado andando por la puerta cuando el coche oficial accedió al parking.
Al ir a entrar el vehículo en el aparcamiento de la Cámara, una docena de hosteleros ha proferido gritos e insultos contra el presidente cántabro, al que han pedido su dimisión.
Esta es la segunda ocasión en este mes en que Revilla ha sido increpado por hosteleros en protesta por las restricciones establecidas en sus locales, después de que hace diez días un grupo acudiera al centro de salud de Astillero, donde iba a vacunarse contra el Covid.
Al igual que en aquella ocasión, los hosteleros han lanzado esta mañana gritos a Revilla como "fuera, fuera", "da la cara" y "dimite ya", y se han agrupado en torno al vehículo en el que se encontraba, que ha tenido que ser rodeado por agentes de la policía antes de entrar al parking.
Las protestas de los hosteleros se han recrudecido a raíz del cierre del interior de estos establecimientos en Cantabria para evitar los contagios por coronavirus.
Ante el aumento de casos, la Consejería de Sanidad ha vuelto a cerrar el interior de los locales, mantiene el toque de queda a las 23 de la noche y ha restringido el aforo en las terrazas.
