Una decena de hosteleros vuelve a increpar en un acto de Revilla: "Los comprendo, pero no se puede hacer otra cosa"

Archivo - El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla.

Una decena de hosteleros ha vuelto a irrumpir esta mañana en un acto en el que participaba el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, para protestar por las restricciones impuestas al sector por la pandemia del coronavirus.

Los hosteleros han esperado a Revilla en el exterior del Palacio de Festivales de Cantabria, donde se conmemoraba el 30 aniversario de este espacio cultural, y le han increpado con gritos de "fuera" o "dimisión" mientras desde el interior el presidente se ha dirigido a ellos y ha dicho que comprende la "crispación de tanta gente", pero ha defendido que "no se puede hacer otra cosa en este momento".

"Qué más me gustaría a mí que ver esta región libre de Covid, ver Valdecilla sin enfermos de Covid, ver las UCIs dedicadas a atender a las enfermedades cotidianas que en muchos lugares de España no pueden ser atendidas porque el Covid está ocupando esas dependencias", ha dicho.

Por ello, les ha pedido "un poco de paciencia" porque "estamos al final de esta pesadilla". Así, se ha mostrado convencido de que en el mes de junio un 60 por ciento de la población de Cantabria estará vacunada y "entonces sí estaremos en condiciones de vivir una cierta normalidad".

"Hasta este momento, no tenemos más obligación que cumplir con lo que nos dicen las normas internacionales y los sanitarios, que son, en una pandemia, quienes firman las decisiones", ha continuado.

En este sentido, ha defendido que la sanidad "ocupa ahora" el lugar que le corresponde en una pandemia y "no a los políticos", porque si éstos no cumplen con las normas sanitarias "estaremos favoreciendo a un sector que comprendo y entiendo", pero "perjudicando a toda una población" por cuya salud "tenemos que velar".

"No nos queda otra alternativa en estos momentos", ha reiterado Revilla, quien ha reconocido que "es duro" tener que gobernar en estas circunstancias, pero "un político tiene que estar a las duras y a las maduras" y actuar según los protocolos internacionales, "los que se aplican en Francia, en Alemania, en Reino Unido, Holanda, Suecia, Suiza y en todos los países desarrollados del mundo".

Tras señalar que en Cantabria "se está haciendo lo mismo, lo que marcan las pautas sanitarias", ha destacado que "tenemos que aguantar esta pequeña última cuarta ola para enfrentar un futuro abierto a los ciudadanos".

Así, ha recordado que, según las previsiones, el día 9 de mayo se desconfinará Cantabria, aunque no sabe si la situación sanitaria permitirá que también se puedan "abrir otro tipo de restricciones o acabar con ellas", pero desde luego, una vez acabado el estado de alarma, "será una región libre, como espero que lo sea la mayor parte del territorio de España".

Ya dirigiéndose a los asistentes al acto, Revilla les ha pedido que le permitan "este desahogo" y ha admitido que quienes protestan "tienen derecho a exteriorizar su descontento, y si insultándome a mí, se consideran en cierto modo aliviados, lo acepto con la responsabilidad que me corresponde como presidente de Cantabria", ha dicho.

"Cuando hay situaciones de éstas, la culpa hay que echársela a alguien, cómo no, yo lo entiendo", ha insistido el presidente regional, quien ha defendido que en Cantabria se está actuando "con mucho rigor, cumpliendo con todo lo que hay que hacer para salvar la salud de los ciudadanos" y que el Servicio Cántabro de Salud está "atendiendo constantemente ahora esta pandemia", lo que considera que es algo valorado "en general" por el conjunto de los ciudadanos.

"Acepto este incidente, como no puede ser de otra manera, como reacción de un sector terriblemente castigado y al cual estamos intentando ayudar, o en la medida que precisan, pero sí de manera importante y que si con estos gritos se desahogan y entienden que hay alguien que tiene que recibirlos, encantado y asumo esa responsabilidad", ha concluido Revilla en su alocución.