El consejero de Industria, Turismo, Innovación, Transporte y Comercio, Javier López Marcano, ha manifestado al alcalde de Medio Cudeyo, Juan José Perojo, que su Consejería contribuirá a mejorar la Finca del Marqués de Valdecilla, uno de los recursos turísticos y culturales más importantes de este municipio.
Las actuaciones principales se centrarán en habilitar el edificio de La Solana, la antigua casa de los guardeses, como centro de recepción de visitantes, lo que proporcionará una mayor comodidad y comprensión a la visita del entorno.
La Consejería, por medio de la Dirección General de Industria, también subvencionará un proyecto de ahorro energético para el sistema de aire acondicionado del edificio principal, la Casa Blanca, antigua residencia del marqués, ha informado el Gobierno en nota de prensa.
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Con una superficie de 15 hectáreas, la finca es un espacio que cuenta con un gran jardín y seis edificaciones construidas entre los siglos XIX e inicios del XX para ser residencia de Don Ramón Pelayo de la Torriente, Marqués de Valdecilla.
La finca fue comprada en 2003 y cuenta con un jardín lleno de historia con caminos y fuente, esculturas y árboles centenarios. La Casa Blanca, la que fuera vivienda del Marqués aloja un museo sobre su figura. El visitante también puede ver La Casuca y la Casa San Rafael, dos viviendas totalmente recuperadas que muestran las estancias y decoración de la primera mitad del siglo XX.
Completan el conjunto La Solana, o la también denominada casa de los guardeses, que es una típica casa de arquitectura popular montañesa. Otro de los edificios es El Garaje, antiguas cocheras reconvertidas en aulas para actividades formativas y La Cabaña, antiguas cuadras que actualmente son unas instalaciones ocupadas por la escuela taller de Medio Cudeyo.
El alcalde, que ha estado acompañado en su visita por los concejales Alfonso Maza, María Higuera y Angélica Palacios, ha planteado al consejero la necesidad de construir una marquesina en San Salvador, en el espacio que ha quedado después de retirar un conjunto de plumeros, en la carretera N-635.
La marquesina resguardaría a los niños que utilizan los autobuses para acudir a sus respectivos centros escolares y al resto de viajeros que utilizan el trasporte público que les une con Santander.
