La Fundación Franz Weber critica que Cantabria quiera permitir licencias de caza gratuitas para menores

Big wild boar walking in a green forest
photo_camera Big wild boar walking in a green forest

La Fundación Franz Weber ha denunciado que la propuesta del Gobierno de Cantabria de permitir que los menores de edad, entre 14 y 18 años, obtengan de manera gratuita la licencia de caza y que con menos de 14 asistan a cacerías "contraviene normas" como la Ley del Menor de 1996 o la recientemente aprobada Ley de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia.

Para esta ONG internacional, la propuesta cántabra supone "una banalización de la violencia y trivializar sobre el uso de armas de fuego empleadas para matar animales". A su juicio, promocionar la caza entre jóvenes supone también "ignorar la realidad de una actividad que ha causado 63 muertes en España" en el periodo 2010-2020, mientras que otras 483 han sufrido lesiones de diversa consideración.

Por ello, ha avanzado una petición para que la Dirección General de Derechos de la Infancia y de la Adolescencia del Gobierno central "tutele los derechos del menor en este ámbito o se pronuncie si esta actividad está en consonancia con los valores que pretende preservar" y si, de acuerdo con sus competencias, va a intentar "conjugar todos los intereses, al menos, de los actores implicados, siendo los menores y adolescentes el colectivo más perjudicado".

En nota de prensa, la Fundación ha explicado que diversos estudios ya han demostrado la "vinculación" de la exposición a la violencia con el desarrollo de problemas de salud mental durante la niñez y adolescencia, resaltando además que "la participación durante estas edades en actos de maltrato animal es un marcador importante para las actitudes antisociales y conductas agresivas".

Según dice, mientras la propia Ley del Menor establece que es un deber de todo menor "respetar a los animales", la estrategia del Gobierno cántabro "pretende promocionar la participación de niños y adolescentes en cacerías a través de su presencia física en las mismas, e incluso bonificando las tasas públicas asociadas a la obtención de la licencia de caza".

Añade que el documento "choca además" con la ley de Educación, LOMLOE, y los sucesivos decretos sobre ordenación y enseñanzas mínimas, que establecen entre sus objetivos que los niños conozcan y valoren a los animales, y se adopten modos de comportamiento que favorezcan la empatía y su cuidado. "Todo ello resulta contradictorio con la promoción, fomento y divulgación de la caza entre los jóvenes, una actividad cimentada en el uso de armas", señala.