Fiscalía pide 12 años y medio de cárcel para un hombre por acoso y agresión sexual a su expareja fallecida

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La Fiscalía pide doce años y medio de prisión para un hombre acusado de acoso y agresión sexual a su ex pareja, que falleció después de los hechos por causas naturales. También le imputa un delito de quebrantamiento continuado de la medida de alejamiento establecida.

El acusado será juzgado el 19 de enero de 2021 en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial.

Según el escrito del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, la mayor parte de la pena se corresponde con la agresión, diez años y seis meses de prisión, y los otros dos años son por romper sucesivamente las órdenes de alejamiento y medidas de seguridad.

Fueron decretadas por Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 1 de Torrelavega, que le impuso una medida cautelar de alejamiento de su expareja que finalizó en condena y con pena de alejamiento, que incumplió. El juzgado dictó entonces una nueva orden de alejamiento y se decidió colocar un dispositivo de control al investigado, de 56 años.

Tras llegar algunas incidencias del centro Cometa (Centro de Control de Medidas Telemáticas de Alejamiento), los agentes de la Policía Nacional que controlan la violencia de género hablaron con la víctima, y ésta les reconoció quebrantamientos continuos e incluso una agresión sexual por parte del procesado, con el que había mantenido una relación sentimental durante un año y tres meses, entre diciembre de 2016 y enero de 2017.

Los agentes convencieron a la mujer para que denunciara y ésta lo hizo el 27 de junio de 2017, decretando el juzgado una medida cautelar de prisión provisional contra el investigado.

Al mes siguiente, el juzgado tuvo conocimiento a través de unos testigos de que la mujer se encontraba muy enferma en el hospital. Se envió entonces un oficio al centro de salud para poder, si fuera necesaria, practicar prueba pre constituida, pero ella había fallecido ya por causas naturales, razón por la que a finales de agosto de 2017 el investigado fue puesto en libertad.

La instrucción del sumario se centró entonces en poder geolocalizar los móviles del procesado y su víctima los días que ella había relatado que sucedieron los hechos e interpretar esos datos con los proporcionados con el centro Cometa, pudiendo finalmente en el 2019 presentar acusación por quebrantamiento continuado, acoso y agresión sexual, según información de la Fiscalía consultada por esta agencia.

Ahora, la Sección Tercera de la Audiencia ha señalado para el 19 de enero el juicio, donde la declaración de la víctima solo tiene la posibilidad de ser introducida en el plenario por la vía del artículo 730 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que permite la lectura de "las diligencias practicadas en el sumario, que, por causas independientes de la voluntad de aquéllas, no puedan ser reproducidas en el juicio oral".

479 WHATSAPP EN DOS MESES

Según el escrito del fiscal, consultado por Ep, tras la relación sentimental que mantuvieron, el acusado quebrantó las medidas de prohibición de comunicase o acercarse a menos de 300 metros de la víctima. Así, guiado por la "obsesión" que sentía por ella y con la intención de recuperarla, incumplió sistemáticamente las órdenes, pues "buscó continuamente el contacto físico o telefónico" al tiempo que "vigilaba su día a día".

Así, hubo varias llamadas telefónicas y entre el 12 de abril y el 18 de junio, esto es, en poco más de dos meses, le envió 479 mensajes por WhatsApp, incluso de madrugada y de forma insistente, hasta más de 50 e incluso 60 mensajes diarios, mientras que otros días le enviaba una veintena o treintena. En todos ellos incidía en el amor que sentía por ella, la necesidad de volver juntos o incluso le proponía irse a vivir fuera de Cantabria con él.

Ante esto, la mujer le bloqueó en esta aplicación de mensajería instantánea, pero él insistió mandando mensajes SMS. En uno de ellos le advertía de que se iba a quitar la pulsera de localización para que no le encontraran y aunque le aseguraba que no la iba a hacer daño insistía en la idea de "desparecer" juntos.

MERODEABA LOS LUGARES POR DONDE ELLA PASEABA

Además, el acusado también incumplió la prohibición de aproximación entrando en varias ocasiones a la zona de exclusión fija que se le había impuesto conforme al domicilio de la víctima, en concreto ocho días en abril, mayo y junio, merodeando lugares de la ciudad por los que sabía que ella paseaba por las tardes.

Así, se comprobó que se había encontrado en la misma calle y lugar que la víctima en cinco ocasiones, dos un solo día. Y fruto de su comportamiento "obsesivo", llegó a acercarse y comunicarse directamente con ella en varias ocasiones.

En una de ellas, la mujer estaba en casa de sus padres en Santander y el hombre se desplazó hasta allí, desde donde le envió un SMS para que bajara ella de la vivienda o, si no, subía él. La víctima accedió para no preocupar a su familia y se vieron dentro del coche de él. También accedió, de palabra, a sus pretensiones de irse juntos para lograr que así se fuera del lugar.

AGRESIÓN SEXUAL

Y en la segunda ocasión, cuando ella paseaba por la carretera él pasó en coche y la introdujo en su vehículo agarrándola fuertemente del brazo y del cuerpo, para llevarla a su casa sin que ella pudiera oponer resistencia al estar "bloqueada y aterrorizada".

Ya en el domicilio, él insistió en ir a la habitación y ella se negó, pero la agarró de los brazos y arrastró hasta la cama, donde la tiró, quitó la ropa de cintura para abajo para penetrarla vaginalmente mientras la sujetaba cuello y boca para que no gritara. Tras esto, le insistió en retomar la relación y ella dijo que sí a todo con la intención de poner fin a la situación y poder irse de la vivienda.

Posteriormente, se encontró un día con ella en el aparcamiento de un supermercado pero ella se negó a entrar en el coche a hablar. Después, le envió un ramo de flores a su casa por su cumpleaños y otra tarde, al verla pasar cuando él estaba dentro de su vehículo estacionado, la pidió varias veces que entrara, pero ella hizo caso omiso y él "lanzó un beso y se fue".

Todo esto provocó "temor y desasosiego" en la mujer, que además de bloquear el teléfono del acusado llegó a dejar de dar paseos diarios, y denunciar finalmente los hechos, por los que el procesado estuvo en prisión provisional hasta el fallecimiento de la mujer. En enero será juzgado por acoso y agresión, además de los quebrantamientos de órdenes de alejamiento y prohibición de comunicación, por lo que se enfrenta a 14 años y medio de prisión.

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