La empresa familiar cántabra da un "suspenso" a la situación política nacional y pide "protección" al nuevo Gobierno

Cena de Navidad de ACEFAM

La Empresa Familiar de Cantabria da un "suspenso" a la situación política nacional, a la que ha concedido una nota media de 1,21, un dato aún menor que el "exiguo" 2,97 con el que la evaluaron en el año 2018.

Su percepción de la situación económica del país también ha empeorado, al pasar de una nota del 4,6 el año pasado a un 4 en 2019, según la encuesta anual sobre coyuntura realizada por la Asociación Cántabra de Empresa Familiar (ACEFAM), en la que se refleja un aumento de la preocupación por la situación a nivel nacional pero confianza acerca de las propias posibilidades.

Tal y como ha explicado su presidenta, Paloma Fernández, los empresarios familiares de Cantabria tienen confianza en sí mismos pero están "preocupados por la incertidumbre" a la que se sienten sometidos por agentes externos.

"España necesita un gobierno estable, con unos presupuestos. La paralización que estamos sufriendo está siendo muy negativa para el país e influye, por supuesto, muy directamente en la gobernanza de Cantabria", subrayó.

"Seguimos demandando estabilidad política y con visión a largo plazo, que genere confianza a la hora de tomar medidas para que nuestras empresas puedan seguir con sus proyectos de futuro. Somos los pequeños y medianos los que más aportamos a nuestro territorio. Estamos sometidos, en muchas ocasiones, a una inseguridad jurídica con la que es difícil trabajar. Esto influye decisivamente en el crecimiento de nuestras empresas", señaló Fernández, que pidió a las autoridades que sean conscientes de "la necesidad de mimar a las empresas familiares".

ENCUESTA DE COYUNTURA

Según las previsiones de los empresarios familiares encuestados, el 39,4% espera para el próximo año un aumento de la cifra de ventas (un 16% menos que el año pasado) y el 30,3% confía en obtener un resultado similar al año anterior.

Por el contrario, el número de empresarios que creen que sufrirán una reducción en sus ventas aumenta un 25% respecto al año pasado y alcanza el 30,3% de los encuestados.

Por otro lado, el 51,5% prevé mantener los niveles de empleo actuales, el 24,2% aumentar la plantilla y el 24,2% reducirla.

De los resultados de la encuesta en este apartado, cabe destacar que el 87,9% de los empresarios familiares asegura que desea contratar a nuevos trabajadores pero no encuentra perfiles adecuados.

En este sentido, la gran mayoría considera que la creación de un modelo de FP dual ajustado a las necesidades actuales y futuras de las empresas es "urgente y prioritaria" y conceden a esta cuestión una importancia de 7,79, en una evaluación de 1 a 9.

Además, el 100% de ellos se muestran abiertos a la posibilidad de realizar contratos formativos en su empresa.

Preguntados por cómo utilizarán los beneficios económicos que obtengan, el 63,6% afirma que reinvertirá en su empresa, el 18,2% lo utilizará para reducir deuda, el 9,1% lo empleará en la prospección de nuevos mercados y el otro 9,1% hará un reparto de beneficios entre los socios o accionistas de su empresa.

Además, el 48,5% de los empresarios familiares encuestados afirmaron que prevén invertir en algún proceso de internacionalización, una cifra superior a la registrada en 2018, cuando sólo el 37% contestó afirmativamente a esta cuestión, y el 78,8% invertirá en innovación en 2019 (frente al 65,5% de 2018).

En el ámbito regional, la percepción de los empresarios familiares acerca de la situación económica de Cantabria no llega al aprobado: sólo el 12,2% la puntúa con un 5 o un 6 y el resto la califican con un suspenso, lo que genera una nota media de 2,85 frente al 4,28 cosechado el año pasado.

Sin embargo, su percepción respecto a la situación política de la Comunidad ha mejorado más de medio punto, al incrementarse la nota media de 3,17 al 3,81 este año.