Ecologistas en Acción ha calificado de "desastroso" el sistema de transporte público en Cantabria, que a su juicio presenta un panorama "bastante desolador" que necesita de políticas "decididas y ambiciosas" y un "cambio radical" en los patrones de movilidad.
Así lo ha trasladado el colectivo en un comunicado emitido con motivo de la celebración este martes del Día Sin Coches de la Semana Europea de la Movilidad, en el que ha denunciado que los servicios ferroviarios que había antes de la pandemia del coronavirus se redujeron y no se han recuperado en su totalidad.
Y añade que, con la actitud del Ministerio de Transporte, "no le extraña la resistencia que están poniendo Adif y Renfe" en la recuperación de los servicios de tren de antes del estado de alarma.
"Si la máxima de un buen sistema de transporte público es la de tener todo al alcance de la mano, disponiendo de la máxima accesibilidad con la mínima movilidad, en Cantabria estamos en las antípodas", ha sentenciado Ecologistas en Acción.
Además, ha considerado que la situación del transporte de viajeros por carretera "es penosa", siendo "la Comunidad Autónoma con peor red de transporte público por carretera".
En este sentido, ha argumentado que no hay "ni una sola marquesina con horarios, estaciones de autobús cerradas y sin visos de reapertura, horarios pegados en el exterior imposibles de descifrar y sin iluminación en horario nocturno, servicios de autobús que pasan antes de la hora oficial, servicios de cercanías que se eliminan sin ton ni son, eliminación de paradas en puntos críticos como la situada a pie del Hospital de Liencres o paradas sin marquesinas y a la intemperie.
Además, ha lamentado que la acción de la Dirección General de Transportes es "inexistente" y "su nivel de tancredismo resulta asombroso" ante este "panorama desolador".
Esta situación, según el colectivo, "redunda de forma evidente a que en Cantabria las emisiones de gases de efecto invernadero estén muy por encima de la media estatal", porque además de tener una "fuerte dependencia energética y contribuir sólo de forma residual a la generación de energías renovables", la contribución al cambio climático del sector del transporte por carretera de personas y mercancías está "muy por encima de la media" per cápita estatal.
A ello también suma la "baja ocupación" de los trenes, que redunda en un alto nivel de emisiones por viajero, y la "nula" penetración del vehículo eléctrico.
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