La directora médica de Atención Primaria presenta su dimisión "irrevocable" tras la vacunación de su madre

Vacunas en Cantabria
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La directora médica de Atención Primaria del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Beatriz Josa, ha presentado su dimisión "irrevocable" tras conocerse que su madre fue vacunada contra el coronavirus hace dos semanas en el centro de salud de Nueva Montaña, en Santander, cuando la campaña se dirigía a sanitarios del servicio de emergencias del 061.

Así lo ha confirmado este jueves el vicepresidente regional, Pablo Zuloaga, después de que el SCS informara ayer de la dimisión de Josa, sin indicar si se había aceptado o no y de que la gerente de Atención Primaria, Alicia Gómez, asegurara que no iba a aceptar su renuncia.

Zuloaga ha señalado, a preguntas de la prensa, durante la rueda de prensa en la que ha informado de los acuerdos del Consejo de Gobierno, que la dimisión "está presentada y es irrevocable".

"Cuando una persona tiene un cargo de responsabilidad lo tiene por dos motivos que, además, tienen que cumplirse a la vez: que alguien deposite la confianza en esa persona y que además esa persona tenga la intención de desempeñar esa responsabilidad", ha añadido

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A su juicio, "si uno de esos dos motivos se quiebra, o la confianza o la intención de esa persona de soportar esa responsabilidad, no hay nada que discutir". En este caso, "ha presentado la dimisión y no hay nada que discutir", ha zanjado.

Zuloaga ha recordado que tal y como se ha explicado por parte de la propia Josa y de la Consejería de Sanidad, ella hizo "este planteamiento", en referencia a que se administra la vacuna a su madre, "con la intención de no perder una dosis sobrante" en dicho centro de salud.

"Evidentemente ella ha presentado su dimisión y desde ese momento deja de asumir esa responsabilidad que tenía", ha concluido.

Según explicó ayer la gerente de Atención Primaria, Josa planteó la posibilidad de vacunar a su madre, de 87 años, al sobrar "dos dosis" en el centro y no encontrarse a "nadie" a quién ponérselas, y teniendo en cuenta que el suero solo se puede administrar en las seis horas siguientes a su descongelación.