Paralizada la investigación en la UC y solo el IBBTEC mantiene actividad de colaboración con Sanidad

Laboratorio del IBBTEC. Archivo

La investigación de los distintos centros de la Universidad de Cantabria se encuentra paralizada debido a la crisis del coronavirus, al igual que en todo el país, y sólo el Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (IBBTEC) mantiene "cierta actividad" en labores de colaboración con la Consejería de Sanidad y en los considerados servicios esenciales.

Según ha informado la UC en nota de prensa, en estos momentos los laboratorios permanecen cerrados, sin posibilidad de acceso, salvo en los casos de infraestructuras esenciales. En estas condiciones, la investigación universitaria "se encuentra en estado de pausa, o teletrabajando como se puede", en palabras del vicerrector de Investigación y Transferencia, Javier León.

Como científico biomédico, León desarrolla estos días una doble labor como responsable de la gestión universitaria y coordinador con la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria y el IDIVAL de la labor de apoyo desarrollada principalmente por el IBBTEC y la Facultad de Medicina.

El vicerrector ha explicado que esta mañana han llegado al IBBTEC las mascarillas que se están elaborando en Cantabria a raíz de una iniciativa de Textil Santanderina y que se están encargando de esterilizar.

Esta no es la primera colaboración que se desarrolla en el IBBTEC, instituto mixto UC-CSIC-Gobierno de Cantabria, tras la entrega de material biosanitario (32.000 guantes, 2.400 calzas, 1.500 mascarillas) y la aportación de especialistas al laboratorio de IDIVAL, así como la elaboración de unos 5.000 tubos de toma de muestra para el análisis de virus, en la que está participando "mucha más gente de la UC".

Existe también la previsión de donar cinco respiradores quirófano/UVI que se encuentran en el animalario de la Facultad de Medicina.

"DAÑO IMPORTANTE" EN DETERMINADAS ÁREAS

Salvo la actividad imprescindible para desarrollar esta colaboración y los servicios esenciales, el resto de institutos, laboratorios o servicios científico-técnicos de la UC están cerrados, por lo que, según el vicerrector, el daño "será importante" en la investigación que dependa de laboratorios, animales y aparatos para obtener los datos, "sobre todo si el cierre se prolonga".

"Esto es lo que pasará en buena parte de ingenierías, en física experimental, química o biomedicina", ha añadido.

Por su parte, los proyectos de investigación de áreas de ciencias sociales, jurídicas, educación, que no dependen de laboratorio, aunque todos los viajes, estudios de campo, visitas a archivos, estancias de investigación y congresos se hayan suspendido, "se van a resentir mucho menos que ingenierías o ciencias experimentales".

También sufrirán "bastante menos" las ciencias teóricas: matemáticas, física teórica, ciencias de la computación, etcétera, ha explicado.

León considera, no obstante, que ésta puede ser una buena ocasión para "ponerse al día" con la literatura científica, también para escribir y revisar artículos y libros, y analizar los datos ya disponibles. "Para los predoctorales quizá sea un buen momento para empezar a redactar su tesis", ha apuntado.

ACCESO RESTRINGIDO Y EXCEPCIONAL

Por otro lado, la UC ha detallado que en la actualidad sólo se permite el acceso a departamentos e institutos al personal imprescindible para operaciones de vigilancia y mantenimiento de equipos que así lo exijan por sus condicionantes de seguridad o para mantenerlos operativos, así lo exijan. Por ello, se permite acceder a estos centros "de manera puntual" a una o dos personas.

Además, se ha identificado a una serie de personas, investigadores y técnicos, según los casos, para que vigilen y/o hagan labores de mantenimiento imprescindibles para que ciertos equipos sigan operativos.

Al respecto, explica que hay aparatos conectados a sistemas de gases, almacenes de productos tóxicos o equipos con una fuente radiactiva. También el nodo Altamira de la Red Española de Supercomputación necesita supervisión periódica y se mantienen los animalarios de la Facultad de Medicina y el IBBTEC, pero sin que nadie pueda trabajar en ellos.

Para el vicerrector, esta crisis "ha puesto de manifiesto una vez más la importancia de la investigación" y "lo acertado del eslogan: sin ciencia no hay futuro".

"Ahora todo el mundo tiene puestos sus ojos en los investigadores biomédicos para que obtengan pronto una vacuna contra este virus, así como fármacos antivirales o fármacos protectores de la infección. Pero también en los ingenieros que investigan en el diseño de respiradores más eficientes y sencillos de fabricar o en genetistas identificando posibles mutaciones del coronavirus. Ojalá sea un punto de inflexión", ha concluido.

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