Cantabria muestreará aguas de baño y residuales para detectar restos del virus y controlar la pandemia

EDAR de Bedia
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El Gobierno de Cantabria va a realizar muestras de las aguas de baño y también las residuales para detectar posibles restos del virus que provoca el Covid-19 y tomar decisiones en consecuencia, como llegado el caso prohibir bañarse en las playas, y controlar también la evolución de pandemia, para detectar posibles brotes o repuntes de contagios en lugares localizados.

Los dos proyectos están coordinados por tres consejerías: Sanidad, Medio Ambiente y Obras Publicas, que se encargarán de realizar los análisis en playas y estaciones depuradoras, donde se recogerán en total unas 60 muestras semanales en los próximos quince días.

En el mar se harán unas 20 a la semana, en los 40 arenales más importantes de la región según la afluencia de bañistas, mientras que en las aguas residuales se efectuarán unas 40 semanales, en las 18 estaciones depuradoras que hay en los municipios de más de 2.000 habitantes. En las más pequeñas se recogerá solo una toma cada vez y varias en las más grandes, como la de San Román o Vuelta Ostrera.

Las iniciativas han sido presentadas por los titulares de los departamentos implicados: los consejeros de Sanidad, Miguel Rodríguez, Obras Públicas, José Luis Gochicoa, y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, este viernes en una rueda de prensa conjunta, en la que han comparecido los tres con mascarilla que solo se han retirado cada vez que se han dirigido a los periodistas, durante sus respectivas intervenciones y en las posteriores preguntas de los medios.

El titular de Sanidad ha indicado que la presencia de restos del Sars-CoV-2, causante de la nueva enfermedad, es "pequeña", aunque sí han aparecido muestras de ARN, que se pretenden detectar ahora al reforzar el control y seguimiento de la calidad de las aguas de baño en las playas cántabras.

Por eso el muestro que se va a llevar a cabo por parte de la Dirección General de Salud Pública, coincidiendo con la campaña que habitualmente se lleva a cabo en la temporada de baño, entre junio y septiembre.

En las playas más concurridas por bañistas se tomará una muestra al inicio de la campaña de baño y luego ocho más a lo largo de la misma, para detectar la presencia de bacterias y microorganismos, y este verano también para rastrear el ácido ribonucleico del virus.

"Esto nos va a permitir ver que concentración hay y ver su evolución a lo largo de todo el verano", ha señalado Rodríguez, quien ha precisado que el objeitov es saber si hay y en qué cantidad aunque la bibliografía que hay indica que las aguas de baño no suponen un riesgo de contaminación para contraer la enfermedad.

Junto a esta actividad programada, también se podrán hacer actuaciones puntales ante la detección de situaciones anómalas, bien por la aparición de cuadros clínicos o por denuncias.

AGUAS RESIDUALES

Por su parte, Gochicoa ha explicado que las muestras que se van a realizar en las depuradoras de aguas residuales pretenden controlar la extensión de la pandemia durante el periodo estival, que coincidirá con la apertura de la actividad económica y la llega de habitantes de otras comunidades autónomas.

El titular de Obras también ha considerado que las posibles cantidades de virus en las aguas residuales que se puedan detectar con las muestras "va a ser baja o nula" y ha subrayado que esta campaña va a dotar de mayor seguridad y fiabilidad al seguimiento que se está realizando de la pandemia en Cantabria.

"Estos análisis nos van a permitir detectar incrementos de la concentración del virus en el agua y poder actuar con más eficacia a la hora de localizar un posible brote peligroso, pero lo más probable es que los niveles que detectemos sean bajos", ha señalado Gochicoa.

Estos análisis permitirán, entre otras cuestiones, averiguar posibles incrementos del virus en el agua, así como el número de usuarios afectados por el Covid-19.

Finalmente, el consejero de Medio Ambiente ha aplaudido la iniciativa conjunta que ha puesto en marcha tres consejerías del Gobierno de Cantabria en beneficio de la mejora de la calidad ambiental, la calidad de las aguas del litoral cántabro y la salud pública de la región.

Blanco ha agradecido el "enorme" esfuerzo que realizan los empleados públicos implicados en una campaña "que ha venido para quedarse", y en especial, los cerca de 400 trabajadores que integran la empresa pública MARE a la hora de prestar un servicio básico y de calidad para los ciudadanos.

CAMPAÑA

En el caso de las aguas de baño en playas, la campaña consistirá en reforzar las muestras bacteriológicas que Sanidad Ambiental extrae anualmente en todos los arenales cántabros, con una muestra más para su análisis viricida. Todas serán analizadas en el laboratorio de la Consejería de Obras Públicas, donde también se realizará el ensayo PCR.

Además, personal de MARE tomará muestras en todas las 18 depuradoras que reciben aguas residuales de poblaciones con más de 2.000 habitantes. La toma se realizará antes y después de que los residuos ingresen en la depuradora, para que el laboratorio pueda comprobar los efectos del sistema de depuración sobre el virus.

El Gobierno establecerá comisiones de seguimiento periódicas para interpretar los resultados que se vayan obteniendo y proponer las modificaciones en el protocolo que correspondan.

GARANTIZAR SALUD PÚBLICA DURANTE EL VERANO

A pesar de que los informes científicos consultados, como el del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), indican que la incidencia del virus en el agua del mar no debiera ser peligrosa, el Ejecutivo cántabro ha decidido comprobar su posible presencia en las playas, con el fin de garantizar la salud pública durante la temporada estival.

El riesgo de contaminación de playas se reduce de manera considerable en caso de que las aguas residuales sean tratadas de manera conveniente, ya que el cloruro sódico, un componente que interviene en el sistema de depuración, actúa como agente biocida eficaz contra el COVID-19.

AGUAS RESIDUALES

Por otra parte, el Gobierno también pretende controlar la pandemia a través del seguimiento de las aguas residuales en el sistema de alcantarillado antes de que sean depuradas, con el objetivo de detectar posibles brotes antes de que la población experimente los síntomas de la enfermedad.

Para ello, personal de MARE extraerá aproximadamente 40 muestras semanales del sistema de saneamiento que cubre todas las zonas habitadas de la Comunidad Autónoma, incluidas las de mayor capacidad turística.

Al igual que ocurre con las aguas de baño en playas, el laboratorio de aguas encargado por la Consejería de Obras Públicas preparará la muestra para su análisis y realizará el ensayo PCR correspondiente.

En el supuesto de que una zona concreta presente aumentos considerables de concentración del virus, se avisará a la Dirección General de Salud Pública y a los ayuntamientos afectados, y se realizará un muestreo más particular de la zona en la propia red de alcantarillado municipal, para averiguar con más precisión la procedencia del virus.

Dado que el protocolo de gestión de estas estaciones de tratamiento de aguas incluye el control de las aguas de llegada y vertidas mediante la toma de muestras diarias de agua residual en entrada y salida, el sometimiento de las muestras tomadas a técnicas de análisis molecular basadas en tecnología PCR podrían ofrecer datos sobre presencia de material genético del coronavirus en sus zonas de influencia.

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