Comisiones Obreras de Cantabria ha lamentado que los datos de siniestralidad laboral del año pasado "siguen siendo dramáticos" a pesar del parón de la actividad provocado por la pandemia del coronavirus.
Así, según cifras del Ministerio de Trabajo y Economía Social, en 2020 se registraron 5.155 accidentes de trabajo con baja en la región, diez de ellos mortales, uno más que el ejercicio anterior. No obstante, el dato es provisional, ya que en esta estadística se incluyen aquellos en los que el fallecimiento se produce en los doce meses siguientes a la fecha del siniestro.
En cuanto a las muertes por accidentes 'in itinere', al ir o regresar del puesto de trabajo, se produjo uno, la misma cifra que en 2019, por lo que estas cifras "tampoco mejoran".
El total de accidentes registrados en la comunidad autónoma supone 855 menos que los contabilizados entre enero y diciembre de 2019, lo que equivale a un descenso del 14,22%, debido al impacto del Covid en la actividad económica.
De hecho, los únicos sectores en los que ha aumentado la siniestralidad laboral han sido los relacionados con la sanidad y de servicios sociales -con gran actividad durante la pandemia-, con 297 más, "aunque se ha producido un importante subregistro", ha apuntado la secretaria de Salud Laboral del sindicato, Laura Lombilla.
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El avance de las estadísticas del año 2020 incorpora una novedad, que es la inclusión de los datos de accidentes de trabajo con baja por Covid y revelan una cifra de 439 accidentes de este tipo en Cantabria.
Respecto a los índices de incidencia de los siniestros en el trabajo, los datos no muestran "una gran diferencia" en términos interanuales, ya que en 2020 fue de 2.463,9 y en 2019, de 2.799,6.
"Es inadmisible que, con el parón económico que vivimos, siga produciéndose un volumen tan importante de accidentes de trabajo, está claro que no funciona el sistema preventivo y debemos recuperar los niveles de protección de la salud de las personas trabajadoras", ha reivindicado la sindicalista.
Desde CCOO exigen al Gobierno cambios legislativos en materia de seguridad y salud en el trabajo para evitar la "excesiva externalización" de la prevención e integrarla en la gestión empresarial. "Debemos recuperar las políticas activas en materia de salud y seguridad en el trabajo y derogar la reforma laboral que nos condena a la precariedad y a un aumento generalizado de la siniestralidad", añade Lombilla.
