Cantabria registra el mayor descenso de la década en contratación de personas con discapacidad, según Adecco

photo_camera Persona con discapacidad

La contratación de personas con discapacidad ha caído un 25% en Cantabria en 2020, el mayor retroceso de la última década, según los resultados del estudio 'Discapacidad y expectativas para la nueva década' realizado por la Fundación Adecco en colaboración de CHM Obras e Infraestructuras.

El pasado año 2020 se ha saldado con el mayor descenso de los últimos diez años en la contratación de personas con discapacidad en Cantabria debido al parón por la crisis del coronavirus en muchos sectores estratégicos como la hostelería o el turismo, que habitualmente emplean a profesionales con discapacidad.

Y aunque esta caída ha sido similar a la registrada a nivel general, en el caso de las personas con discapacidad las dificultades son dobles, ya que no solo se enfrentan a la crisis económica, sino a prejuicios y estereotipos que lastran su acceso al empleo, dificultando que encuentren una oportunidad laboral en el corto plazo.

En lo que respecta a los que sí tienen empleo, un reciente informe de Odismet desvela que se han visto afectados en mayor medida por las fórmulas excepcionales adoptadas en tiempos COVID-19.

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En concreto, un 37% ha sufrido un ERTE --frente al 3,1% de la población general--, un 7% ha tenido que reducirse la jornada y otro 7% se ha visto obligado a agotar vacaciones. Mientras, un 14% ha podido adoptar la modalidad de teletrabajo y un 28% no se ha visto afectado de ningún modo. Por el contrario, un 2% ha sufrido un despido.

Según el director de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, "detrás de esta crisis hay una llamada a la responsabilidad colectiva e individual". "Hemos de aprender del pasado y no permitir que las personas con discapacidad se queden atrás en la era COVID-19 siendo, como siempre, los últimos en reponerse del impacto económico", ha exigido.

Según el estudio, el impacto de la crisis de la COVID-19 ha sido "muy fuerte" en el caso de las personas con discapacidad. Así, durante los meses más duros del confinamiento, el cierre de centros de día y la suspensión de servicios de apoyo educativo y terapéutico obligaron a muchas personas con discapacidad a interrumpir sus terapias y tratamientos.

Asimismo, las medidas de distanciamiento, según Adecco, llevan meses obstaculizando relaciones y estímulos sociales que, en el caso de las personas con discapacidad, pueden tener un impacto crítico en su desarrollo afectivo y emocional.

Por otra parte, las personas con discapacidad parten de una situación de desigualdad laboral que evidencia su mayor vulnerabilidad en tiempos de crisis, viéndose doblemente expuestos a situaciones de pobreza o exclusión.

Así, antes de la pandemia, solo el 34,5% de las personas con discapacidad era población en activo, una cifra 43 puntos inferior a la de la población sin discapacidad. Su tasa de paro alcanzaba, al cierre de 2019, el 25%, 10 puntos por encima de la media general. Y su tasa de empleo no llegaba al 26%, frente al 66% de las personas sin discapacidad.