Cantabria participará en el primer censo genético de la población de oso pardo en España

Oso pardo

La Comunidad Autónoma de Cantabria, en coordinación con Galicia, Asturias, Castilla y León y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), desarrollará este año el primer censo genético de la población cantábrica de oso pardo que se realiza en España.

La iniciativa, que comenzará el 1 de septiembre y se prolongará hasta el 15 de diciembre, resulta de "vital importancia" para obtener datos rigurosos sobre la especie y continuar su gestión mediante criterios científicos modernos, de la misma manera que ya se desarrolla con varias especies, incluida ésta, en peligro de extinción y en situación "crítica", según ha informado el Gobierno regional en nota de prensa.

El estudio pretende contribuir a la estima poblacional que se tiene del oso pardo en la Cordillera Cantábrica, así como al conocimiento científico sobre sus relaciones de parentesco y conectividad.

También servirá para conocer el nivel de endogamia de los distintos especímenes de la población cantábrica, teniendo en cuenta el reciente intercambio de ejemplares entre las subpoblaciones oriental y occidental de la Cordillera Cantábrica.

El estudio se realizará de manera coordinada entre las distintas entidades participantes y de manera simultánea en toda su área de distribución para poder avanzar en un estudio de conectividad y parentesco de esa población.

Para ello, se utilizará la información obtenida para la individualización genética mediante una técnica PCR de marcadores múltiples que permite analizar hasta 128 posiciones variables en muestras de pelo y heces.

El trabajo de campo se realizará sobre una superficie de muestreo en toda la Cordillera Cantábrica de unos 1,5 millones de hectáreas, repartidas en un máximo de 314 cuadrículas de cinco por cinco kilómetros en Castilla y León; 202 en Asturias; 69 en Cantabria y 43 en Galicia.

La decisión conjunta de poner en marcha este primer censo nacional de oso pardo cantábrico se acordó en 2019 por el grupo de trabajo del Comité de Flora y Fauna, en el que, bajo la coordinación del Ministerio, participan Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León.

Cuenta con el apoyo de la Universidad Autónoma de Barcelona para la individualización genética mediante técnicas genómicas, con el Instituto de Biología Evolutiva-CSIC para los estudios de conectividad y parentesco, y con el Instituto de Recursos Cinegéticos IREC-CSIC para el asesoramiento metodológico, el tratamiento de datos y el análisis de la estima poblacional.

Su método principal de muestreo consiste en la realización de recorridos para localizar excrementos, así como trampas de pelo y cámaras de fototrampeo, como mecanismos complementarios. El uso de varios métodos permite combinar los datos y precisar aún más la estima poblacional, sobre todo, en la localización espacial de los centros de actividad.

Entre las novedades que ofrece este estudio, destaca el desarrollo de la individualización genética mediante posiciones variables en lugar de emplear micro satélites y el avance en las posibilidades de desarrollo de un estudio de conectividad y parentesco, aprovechando las posiciones variables obtenidas para el análisis previo de la individualización genética.

La primera fase de los trabajos de parentesco se desarrollará a lo largo de este año y tendrán continuidad en 2021 mediante técnicas de secuenciación de última generación, lo que permitirá profundizar en los análisis de heterocigosidad genómica -medida de diversidad genética de cada individuo-, así como en la determinación de la endogamia individual -grado de relación entre progenitores-, además de las relaciones de parentesco entre los especímenes con el fin de ayudar a conocer el grado de conectividad entre distintas subpoblaciones.

En el caso de Cantabria, el trabajo de campo estará coordinado por el personal técnico de la Dirección General de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático, y será ejecutado por los agentes del Medio Natural del Gobierno de Cantabria.

Al igual que ocurre con otras actuaciones recientes relacionadas con la gestión del oso pardo cantábrico, como la liberación de la osezna Saba en los Picos de Europa, este proyecto contará con la colaboración entre las distintas administraciones públicas participantes en el estudio y el Ministerio con el fin de seguir contribuyendo al cumplimiento de los objetivos de gestión y conservación de las especies de fauna amenazada.

En concreto, participarán cuatro comunidades autónomas y tres centros de investigación.

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