La Audiencia reafirma que no hubo maltrato a un perro al que se practicó la eutanasia por su estado y edad

Rechaza el recurso de FEDAN, que "pretende criminalizar la conducta de la veterinaria y la dueña por sospechas huérfanas de toda prueba"

La Audiencia Provincial de Cantabria ha reafirmado que no hubo abandono ni maltrato a un perro de avanzada edad y "en mal estado" de salud al que se practicó la eutanasia en una clínica veterinaria a petición de su dueña.

Así se desprende de un auto de la Sección Tercera que desestima el recurso de apelación interpuesto por la Federación de Asociaciones de Derecho Animal (FEDAN) contra el archivo provisional de la causa dictado a finales de 2020 por el Juzgado de Instrucción 1 de Laredo.

En la resolución, contra la que no cabe recurso ordinario alguno, la Sala rechaza el interpuesto, tanto formalmente -al no vehicularse mediante el ejercicio de la acción popular- como materialmente -al no apreciarse indicio alguno de comisión de delitos por parte de las personas que fueron denunciadas e investigadas-.

La decisión de la AP, consultada por esta agencia, sostiene que FEDAN "no es parte perjudicada" en la presente causa, por lo que el juzgado no debió de haber admitido a trámite la denuncia que realizó en su día, sino que debería haber requerido a la entidad para la prestación de la preceptiva fianza para ejecutar la acción popular.

"En el presente caso la causa se inició por denuncia, en lugar de por querella, y la jueza instructora no exigió la preceptiva y obligatoria fianza", explican los magistrados, que se limitan a advertir y recordar ese defecto.

Aclarada esta cuestión, entran en el fondo del asunto y concluyen igualmente que el recurso de FEDAN no puede prosperar pues se han practicado diligencias y las mismas "no acreditan, en modo alguno, la existencia de un maltrato doloso al perro" atendido en la clínica ni tampoco que fuera "abandonado" por su dueña.

CRIMINALIZAR EN BASE A SOSPECHAS HUÉRFANAS DE TODA PRUEBA

"La recurrente", apunta el auto, "pretende criminalizar la conducta" de la veterinaria denunciada y de la propietaria del can "en base a sospechas huérfanas de toda prueba".

Frente a ello, la Audiencia entiende acreditado que el animal, de "muy avanzada edad" (tenía unos 18-19 años) "no fue abandonado", sino que "se escapó" de la estabulación ganadera de la finca en la que se encontraba "en completa libertad".

Añade que estaba siendo atendido por un veterinario que le diagnosticó artritis y le prescribió un tratamiento con corticoides para dicha patología, profesional que además señaló que en las visitas "siempre vio bien atendido al perro".

Y cuando fue llevado a la clínica objeto de esta causa "se encontraba en mal estado", por lo que su dueña optó por solicitar la sedación y eutanasia del animal, a lo que accedió la veterinaria.

En este punto, la Sala considera que no tiene "ningún valor" el "presunto dictamen pericial" aportado con la denuncia a la vista del "contundente" informe del Colegio Oficial de Veterinarios de Cantabria, que "no solo lo desautoriza, sino que constaban una larga lista de irregularidades" cometidas durante la emisión del mismo.