Un análisis de sangre podría detectar una patología rara degenerativa conocida como enfermedad de las Azores

Un análisis de sangre podría detectar y monitorizar un tipo de Ataxia cerebelosa autosómico dominante (SCA3), una patología rara y neurodegenerativa conocida como enfermedad de las Azores, enfermedad de Machado o enfermedad de Machado-Joseph.

Un estudio, en el que participa el Grupo de Enfermedades Neurodegenerativas del Instituto de Investigación Valdecilla (IDIVAL), liderado por Jon Infante, ha identificado cinco genes como marcadores relacionados con la enfermedad y su evolución, ha informado el Gobierno de Cantabria.

La investigación, fruto de un estudio multicéntrico europeo, revela que esos cinco genes sufren cambios importantes en su expresión en etapas previas al desarrollo clínico de la enfermedad y se correlacionan con su gravedad.

Unos resultados que abren la puerta al uso de estos genes como marcadores para detectar con antelación el trastorno, monitorizar su progresión y analizar cómo responde a los tratamientos.

Hoy en día no existen tratamientos específicos para retrasar o detener el progreso de SCA3 y el cuidado se centra en combatir los síntomas relacionados con el movimiento, que afectan a la coordinación motora y el equilibro. Por ello, la identificación de biomarcadores precisos, fiables y de fácil acceso es uno de los requisitos necesarios para el desarrollo de ensayos clínicos con las mayores garantías de éxito.

En el estudio, publicado en la revista Brain, se llevó a cabo un análisis de sangre de las moléculas de ARN presentes o transcriptoma en un grupo de pacientes con SCA3 en diferentes etapas evolutivas de la enfermedad y en sujetos controles. Del mismo modo, estos análisis se realizaron en muestras de cerebro y el conjunto de genes candidato obtenido se replicó en una muestra independiente de pacientes con SCA3 y controles sanos.

Finalmente, se identificaron un conjunto de cinco genes en sangre y en cerebro que sufren cambios importantes en su expresión en etapas presintomáticas de la enfermedad y se correlacionan con la gravedad de la Ataxia, hecho que debe confirmarse en estudios futuros para su aplicación clínica.