El acusado de abusar de su sobrino lo niega y apunta al padre del menor
El hombre acusado de abusar sexualmente de su sobrino, menor de 16 años y con el que convivía junto a otros familiares, ha negado los hechos este jueves en el juicio contra él, en el que ha admitido que le "castigaba" cuando se portaba mal pero no le "pegaba".
Además, el procesado, diagnosticado de esquizofrenia y con una discapacidad del 70 por ciento, ha apuntado al padre del pequeño, ya que según ha dicho en videollamadas que hacía a su hijo pudo escuchar "en varias ocasiones" que le decía "cosas no aptas para un niño", de índole y contenido sexual.
Asimismo, el enjuiciado ha afirmado que el menor (tutelado por el Instituto Cántabro de Servicios Sociales) interactuaba con otras personas vía online cuando usaba el teléfono móvil y la videoconsola, durante "muchas horas" y "todos los días". "Se metía ahí todo el mundo, menores, adultos...", ha apostillado.
El hombre, que ha dicho llevarse "bien" con su sobrino, se enfrenta a cuatro años de prisión que pide para él el Gobierno de Cantabria, que ejerce la acusación particular, mientras que la Fiscalía solicitó el sobreseimiento del procedimiento por considerar que los hechos denunciados no han quedado acreditados.
En la vista oral, celebrada en la Sección Primera de la Audiencia Provincial, ambas partes han elevado a definitivas sus conclusiones definitivas, interesando el representante del ministerio público la absolución del procesado, al igual que la defensa.
"ME OBLIGABA A HACER COSAS QUE NO QUERÍA"
En el plenario se ha reproducido la declaración del menor ante el juez como prueba preconstituida. En esa grabación, el pequeño indica que su tío le "maltrataba", ya que le daba "cachavazos" y "escobazos". Y también ha dicho que "me obligaba a hacer cosas que no quería".
El niño fue declarado en desamparo y bajo la sospecha de abuso sexual cuando tenía ocho años, asumiendo el ICASS su tutela automática urgente. Hasta entonces, vivía con su abuelo, que falleció un año antes, y con su tío.
Los padres del menor están separados y la madre delegó sus cuidados en su hermano, que pernoctaba con el pequeño en la misma cama.
Según el escrito de acusación del Ejecutivo, ratificado tras el juicio, el pequeño "muestra muchos y diversos signos de desprotección", y subraya al respecto que "el detonante" para la denuncia "fue el relato expreso y explícito que hizo de las conductas sexuales que tenía su tío hacia él".
Y "no parece que haya estado expuesto a contenidos de índole sexual que puedan haber condicionado su relato", añade la Administración en base a los informes, sino que "muestra otro síntoma específico de abuso sexual", como son "conductas hipersexualizadas para su edad", además de otros signos como comportamientos regresivos, miedos irracionales o reacciones emocionales inesperadas.
"En la actualidad, pasado el peligro, sigue manteniendo un profundo y visceral rechazo por la figura de su tío", y "guarda silencio sobre el abuso sexual, lo que en palabras de los psicólogos que le tratan puede ser un síntoma más de haber sufrido el propio abuso, lo que se llama el síndrome de acomodación del abuso sexual infantil", explica la acusación particular.
DELITOS Y PENAS
Para el Gobierno de Cantabria, los hechos constituyen un delito continuado de abuso sexual a menor de dieciséis años, por el que solicita cuatro años de prisión y otros tantos de alejamiento y prohibición de comunicar con el niño.
Además, pide una medida de libertad vigilada de cinco años tras la pena de cárcel y la inhabilitación para trabajo con menores durante el mismo periodo.