La Asociación Clara Campoamor, que ejerce la acusación popular en la desaparición de las niñas de Aguilar de Campoo hace treinta años en Reinosa, se va a adherir al recurso de las familias de las menores ante la Audiencia Provincial de Palencia contra el sobreseimiento provisional de la investigación, decretado por la jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de Cervera de Pisuerga.
Por su parte, la Fiscalía de Palencia -que pidió el archivo de la causa- estudiará ahora presentar un recurso contra el auto de la magistrada instructora, según han trasladado fuentes de ambas partes a Europa Press.
Virginia Guerrero y Manuela Torres fueron vistas con vida por última vez el 23 de abril de 1992, cuando tenían 13 y 14 años y hacían auto stop para volver de Reinosa a Aguilar, donde residían,
Los abogados de sus familiares han decidido recurrir en apelación ante la Audiencia en vez de hacerlo ante el Juzgado de Cervera por la decisión de este último órgano de sobreseer de manera provisional de la instrucción, a instancias del ministerio público.
Creen que no se han practicado todas las diligencias que se deberían llevar a cabo, ni siquiera con las nuevas líneas de investigación iniciadas tras la reapertura de la causa hace ahora un año, a raíz de una llamada a un programa de televisión con la que se iniciaron nuevas pesquisas, que estuvieron bajo secreto de sumario durante casi seis meses.
Así, las familias están dispuestas a continuar adelante, más si se tiene en cuenta que antes de abrirse de nuevo el caso habían presentado una treintena de diligencias -a las que se adhirió también entonces la Asociación Clara Campoamor- y todas fueron denegadas.
El sobreseimiento provisional de la jueza instructora es una declaración de voluntad judicial que pone fin al proceso de forma interina, por falta de los presupuestos necesarios para decretar la apertura del juicio oral. En este caso, al no encontrarse al autor o autores de la desaparición de las menores o no haber motivos suficientes para acusar a alguien.
El día de su desaparición, Virginia y Manuela habían acudido a primera hora de la tarde desde Aguilar a Reinosa, donde fueron vistas en una discoteca, en el Parque Cupido, y luego a la altura de una fábrica de galletas donde hacían auto stop.
Según testigos presenciales, a última hora de la tarde, ambas subieron a un vehículo SEAT 127 color blanco o claro, y esa fue la última noticia que se tuvo de ellas.
TRES LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN CON SENDOS SOSPECHOSOS
La Policía Judicial de Palencia ha "analizado de manera profusa" el contenido de las tres líneas de investigación y se ha investigado a tres personas: J.A.C.S, E.S.S.F y P.C.G.
En concreto, J.A.C.S. fue investigado como consecuencia de las similitudes que presentaba la denuncia formulada por una mujer, Y.G.S, en fechas recientes, a raíz de un programa de televisión sobre el caso y en el que se solicitaba colaboración ciudadana.
Esta testigo relató que en 1991, junto a una amiga y cuando ambas eran menores, se subieron igualmente a un Seat 127 de color blanco, en la misma zona donde desaparecieron las niñas, y que el conductor trató de desviarse del camino, por lo que tuvo que agarrar el volante para dirigir el vehículo a la cuneta y poder abandonarlo y huir.
Según el Juzgado de Cervera, ninguna de las gestiones policiales ni judiciales practicadas ha dado un resultado positivo que "mínimamente" conduzca o pueda indiciariamente conducir a pensar en una implicación de este hombre en la desaparición de las dos niñas de Aguilar.
A las mismas conclusiones se llega con relación E.S.S.F, que fue el principal sospechoso en la fecha en que tuvo lugar la desaparición de las menores, y sobre P.C.G.
Por ello, el Juzgado de Cervera acuerda el sobreseimiento provisional de las actuaciones al no constar autor conocido en la perpetración de los hechos que llevó a la desaparición de las menores de Aguilar de Campoo.
