Bridgestone reducirá sus plantillas en Puente San Miguel y Basauri de forma "definitiva"
Bridgestone reducirá sus plantillas en Puente San Miguel y Basauri tras varios expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), este hecho ha llevado a una situación de 100 días de ERTE este pasado año a los empleados.
Según ha podido saber este medio, la matriz de la empresa no se plantea el cierre de las plantas pero si la reducción de plantilla para ajustarla a la "nueva situación del mercado", las plantas de Burgos y Polonia no se verían afectadas.
En un primer momento los ERTES se habían llevado a cabo con la expectativa puesta en que la reducción en las ventas, entre el 25-30%, fuera temporal, pero la situación pasa a ser "estructural", por lo que se llevarán a cabo "medidas definitivas" de ajuste de personal.
La planta de Puente San Miguel cuenta con 420 empleados en este momento, y se espera que las salidas afecten a unos 70 trabajadores de producción, con la reducción de hasta dos turnos de trabajo y la centralización del mismo en los productos premium de la marca.
Para los sindicatos la incertidumbre "crece entre los trabajadores" de las plantas en Basauri y Puente San Miguel ante la falta de claridad de la dirección sobre el futuro de la producción.
Los sindicatos CCOO Industria y BUB (Sindicato Independiente en Bridgestone) han emitido sendos comunicados denunciando la falta de transparencia por parte de la empresa y mostrando su preocupación ante lo que consideran una estrategia premeditada para justificar medidas definitivas tras el próximo 31 de marzo.
En un comunicado, la sección sindical de CCOO ha criticado la actitud de la dirección durante la reunión mantenida este jueves. Según el sindicato, la empresa compareció con cinco representantes de Recursos Humanos y dos directores de fábrica para exponer que la problemática de capacidad de producción en PSM y Basauri podría responder a una causa estructural y no coyuntural, lo que implicaría medidas más profundas y permanentes.
Sin embargo, CCOO denuncia que la empresa “no ha aclarado nada de lo que la plantilla necesita” y considera una falta de respeto que a las próximas reuniones asistan asesores legales de la empresa.
“Parece que nos buscan como cómplices para presentar una salida como inevitable, cuando está tomada de antemano y no se buscan alternativas”, ha manifestado CCOO, mostrando su escepticismo ante la disposición de la empresa a negociar una solución conjunta.
Por su parte, el sindicato BUB ha señalado que la empresa ha limitado el debate a las plantas de Basauri y Puente San Miguel, dejando fuera las fábricas de Burgos, Usansolo y Stadgard, lo que consideran una estrategia para justificar medidas específicas para estas dos instalaciones. Según BUB, la dirección pretende transformar la situación de AGR y TBR en una causa estructural, dejando de lado la opción de medidas temporales como el actual ERTE, vigente hasta el 31 de marzo.
Además, BUB ha expresado su preocupación por un ajuste contable llevado a cabo en diciembre de 2024, que según la empresa responde a los desafíos en el mercado de neumáticos, y que podría influir en las decisiones futuras. El sindicato ha insistido en la necesidad de abordar el diálogo desde la transparencia y ha criticado que hasta el momento no se haya compartido información suficiente con los trabajadores.
Ambos sindicatos han anunciado una nueva reunión con la dirección para el próximo martes 11 de marzo, en la que esperan obtener más claridad sobre los planes de futuro de la empresa y sus posibles efectos en el empleo y las condiciones laborales.
*Ante el revuelo generado por esta información, este medio quiere aclarar que ni el sindicato CCOO ni BUB han informado de los datos arriba indicados sobre el ajuste de plantillas*.