Martín cree que 'La gata negra' de Carasa debe mantenerse pero sin que el animal sufra

El consejero de Turismo de Cantabria, Francisco Martín, ha apostado por compaginar la tradición histórica y cultural con un trato "adecuado" a los animales en diferentes festejos populares.

SANTANDER, 14

El consejero de Turismo de Cantabria, Francisco Martín, ha apostado por compaginar la tradición histórica y cultural con un trato "adecuado" a los animales en diferentes festejos populares.

Así, cree que 'La gata negra' de Carasa (Voto), que se celebra este miércoles 16 de agosto y que suma cerca de 137.500 firmas solicitando su prohibición, debe seguir manteniéndose, pero sin que el animal sufra.

"Yo creo que la festividad en sí debe seguir manteniéndose pero garantizando que ese animal no va a sufrir. Creo que son perfectamente compatibles las dos cosas", ha expresado el titular de Turismo de la región a preguntas de los periodistas sobre si el Gobierno va a intervenir en este asunto.

Al hilo, ha precisado que los primeros que deben pronunciarse y adoptar decisiones son el Ayuntamiento y los organizadores de la fiesta, y ha añadido que el Ejecutivo interviene en estos casos en la medida de que tiene la obligación de garantizar la seguridad de los animales. Así, "lo hará" en aquellos supuestos en los que exista un trato que no sea "conforme" al que deben recibir.

Martín ha recordado por otro lado que en citas como 'La gata negra', que se celebra desde el año 1477 y que está declarada Fiesta de Interés Turístico Regional en 1998, existe una "tradición histórica".

Y en este punto, ha indicado que hay "muchísimos" festejos en los que hay que conjugar esa tradición histórica y cultural con un trato "adecuado" a los animales.

"Yo puedo dar mi opinión personal", ha apuntado Francisco Martín, quien ha indicado al respecto que "yo soy absolutamente defensor de los animales".

LA GATA NEGRA

'La gata negra' es transportada durante tres horas por un burro en una especie de procesión, con personas disfrazadas y a la que precede una charanga. Al llegar al final del recorrido y tras un discurso donde se cuenta lo que ha sucedido en el último año en el pueblo, el animal es lanzado desde más de dos metros al público y huye en una u otra dirección.

Se trata de un ritual único en España, marcado por la tradición agrícola y carnavalesca. La historia de la 'Suelta de la Gata Negra' se remonta a 1477, en el que una sequía asolaba y amenazaba las cosechas del pueblo de Carasa.

La leyenda cuenta que Manuel Otero, alcalde de aquella época, trajo una gata negra en procesión que tenía fama de tener poderes. Al soltarla, la gata se fue hacia la mies y aquel año, como si de un milagro se tratase, las cosechas mejoraron.

Por ello, todos los vecinos de Carasa, año tras año, están pendientes del camino que tomará la gata en su huida. Antaño, si se dirigía hacia la mies, era presagio de fertilidad en los campos y buenas cosechas; sin embargo, si huía hacia el Pico Carrasco era señal de malos augurios. De ahí el marcado carácter agrícola de esta celebración.

En cuanto al origen carnavalesco, queda patente en la escolta de todos los niños del pueblo disfrazados que acompañan a la gata en su camino desde Rioseco (barrio más alto de Carasa) hasta la plaza del pueblo.

La gata llega a la plaza del pueblo subida en una carroza adornada y en compañía de un trovador y su comitiva. Una vez allí, el trovador contará a modo de coplillas las confidencias que le ha hecho la gata sobre los sucesos acontecidos en los barrios de Carasa (Rioseco, Ampudia, El Cristo, Camargo, La Iglesia, Angustina, etcétera) y sobre algún hecho concreto de especial relevancia.