La Fiscalía retira acusación contra tres policías de Santander por agresión a un joven en una detención

Cree que el denunciante "no está diciendo la verdad" y cree que su versión no desvirtúa la presunción de inocencia de los acusados

Cree que el denunciante "no está diciendo la verdad" y cree que su versión no desvirtúa la presunción de inocencia de los acusados

SANTANDER, 27

El Ministerio Fiscal ha retirado la acusación contra los tres policías de Santander juzgados estos días en la Audiencia Provincial por supuestamente agredir y golpear a un joven durante su detención y pisarle la cara con una de sus botas, ya que cree que éste "no dice la verdad" y su versión no es suficiente para "desvirtuar la presunción de inocencia" de los agentes.

La representación del denunciante sí ha mantenido la acusación y la condena que reclamaba por un delito contra la integridad moral, por el que el que pedía para cada uno de los tres agentes un año de prisión, dos de inhabilitación para empleo o cargo público, y dos faltas de lesiones por las que pedía multa económica.

Además, pedía una indemnización para el denunciante de 3.000 euros por los daños morales y otros mil por lesiones.

LA FISCAL RETIRA LA ACUSACIÓN

La fiscal ha decidido retirar la acusación una vez concluida la práctica de toda la prueba practicada en las dos jornadas del juicio, que arrancó con la declaración de los tres acusados, uno de los cuales aseguró no haber participado en la detención del denunciante y los otros dos negaron haber golpeado y pisado la cabeza al joven y afirmaron haber aplicado las técnicas "habituales" y "menos lesivas" para inmovilizarle.

También han declarado varios policías locales que presenciaron algún momento de la intervención previa que motivó la detención del acusado y otros testigos que también lo vieron, entre ellos dos técnicos de una ambulancia que se encontraba en la zona y un miembro de seguridad de un local que tuvo participación.

Como testigo ha declarado este lunes el propio denunciante, que ya ha sido juzgado en un proceso penal por haber pegado una patada por la espalda a uno de los policías que ahora acusa durante el episodio que motivó su detención.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 24 de mayo de 2014, en la confluencia de las calles Santa Lucía y Menéndez Pelayo de Santander cuando dos agentes de la Policía de Santander que, según su versión, intentaron "mediar" en una pelea entre un grupo de jóvenes fueron --dicen-- agredidos por un chico y una chica y, posteriormente, rodeados por el resto, que intentaban evitar que fueran detenidos.

Cuando se encontraban rodeados, y según la versión ofrecida en el juicio por los acusados, el denunciante, que era amigo de los detenidos, que formaba parte del grupo implicado en la pelea, se acercó a los agentes y le dio una patada en la espalda a uno de ellos.

En su declaración de hoy, el denunciante ha asegurado que "respeta" la decisión judicial que lo condenó por estos hechos pero ha afirmado que "no lo ha hecho". "Yo no lo viví así", ha afirmado el chico, que ha negado haber estado implicado en la pelea que originó todo.

Según los policías, cuando llegaron los refuerzos de la policía para ayudar a los dos agentes, el compañero del que había recibido la patada ordenó que persiguieran al chico que había dado la patada, que salió huyendo.

El denunciante ha explicado que salió huyendo, no porque hubiera agredido al agente o porque estuvera implicado en la pelea, sino porque "estaba nerviosísimo" por la actuación de la Policía contra sus amigos, que también han declarado hoy como testigos y como él fuero condenados por atentado contra agente de la autoridad.

El joven denunciante ha explicado que grabó con su teléfono móvil --que no ha aparecido-- la actuación de los agentes y les dijo: "sinvergüenzas, lo tengo todo grabado". Luego, afirma haber sentido miedo y haber salido huyendo. "Fue una mala decisión", ha dicho.

El chico, en contra de la versión de los agentes que lo detuvieron, ha apuntado que inicialmente cuando salió huyendo nadie lo persiguió, por lo que, tras esconderse durante unos minutos por las calles aledañas, decidió volver a buscar a sus amigos.

DISTINTAS VERSIONES SOBRE LA DETENCIÓN Y EL ORIGEN DE LAS LESIONES

En ese momento, ha relatado que vio a un coche de la Policía y cómo uno de los agentes "lo identificaba", por lo que salió corriendo de nuevo y llegó hasta la calle Bonifaz, donde se vio rodeados por dos patrullas.

Ha señalado que, al "ver que no tenía escapatoria", "levantó las manos en alto" y "se entregó". A pesar de, según dice, no oponer resistencia, ha asegurado que se acercaron los cuatro policías de las dos patrullas y "le empezaron a dar con las porras" en las piernas.

"Me daban los cuatro", ha mantenido el denunciante, que ha explicado que los golpes en las piernas le hicieron caer al suelo boca abajo, donde un agente le puso la defensa detrás de las rodillas y le dobló hacia atrás las piernas, "doblándole" los tobillos. Ha afirmado que en la detención participaron "cuatro o cinco" policías, uno de los cuales le "pisó la cabeza" con la bota.

El denunciante sostiene que fue por esta intervención por la que tuvo un esguince en el tobillo --que asegura le impedía casi andar y le hacía "cojear"--, y hematomas y erosiones en la cabeza, cara y piernas.

A la vista de lo oído en el juicio, la fiscal cree que la detención del chico fue practicada por dos agentes --dos de los acusados-- y no cuatro los policías.

Sobre cómo se produjo, ha recordado que la detención solo fue presenciada por los agentes y el denunciante y considera que la versión de éste último no sirve para "desvirtuar el principio de presunción de inocencia" de los acusados ya que en sus diversas declaraciones no hay "persistencia en la incriminación".

Y sobre las lesiones y el modo en que se originaron, la fiscal entiende, tras haber escuchado a todas las partes y a los peritos que han declarado, que son "absolutamente compatibles" con el relato expuesto por los policías y no con el relato del chico puesto que, a su juicio, el denunciante tendría que haber padecido más lesiones si los hechos ocurrieron como afirma. "No está diciendo la verdad", ha opinado.

Meses después de los hechos, el denunciante reconoció, en el juicio penal contra él, a tres de los agentes que supuestamente participaron en la detención y afirmó que uno de estos policías era el mismo que había detenido instantes antes a uno de sus amigos y al que, según la sentencia condenatoria, el ahora denunciante pegó la patada.

Ese agente ha asegurado en el juicio en que él no participó en la detención del chico puesto que, tras recibir la patada, se quedó con los otros dos detenidos, una versión en la que han coincidido los otros dos acusado, el resto de policías que ha declarado como testigos, los técnicos de la ambulancia y el miembro de seguridad de un bar de la zona.

Los otros dos agentes, los que sí reconocieron haber sido quienes le detuvieron al joven pero negaron golpes y el pisotón en la cara, han mantenido que el denunciante no se entregó voluntariamente, sino porque fue alcanzado, y afirman que opuso resistencia en la detención, por lo que hubo que inmovilizarle usando las técnicas habituales" que les enseñan.

EL DENUNCIANTE MANTIENE SU ACUSACIÓN Y LA DEFENSA PIDE LA ABSOLUCIÓN

La abogada del denunciante no se ha mostrado de acuerdo con lo expuesto hoy por el Ministerio Fiscal y, al contrario que éste, ha sostenido que los elementos de juicio "respaldan la versión acusatoria" de su representado, por lo que mantiene la acusación y petición de penas.

Además, ha asegurado haber "contradicciones" en las declaraciones de los policías y también de algunos de los testigos.

La defensa de los acusados han reclamado la libre absolución de los mismos al, entre otros motivos, que "no concurren" los "elementos de tipo" del delito del que se les acusa.