El Centro Botín presenta una retrospectiva de Julie Mehretu, "figura clave" por "reinventar el idioma de la pintura"

El Centro Botín inaugura mañana la exposición retrospectiva más importante dedicada hasta ahora en Europa a la obra de la artista etíope Julie Mehretu, considerada como una "figura clave" por estar "reinventando el idioma de la pintura" como instrumento para explicar lo que pasa en el mundo.

SANTANDER, 11

El Centro Botín inaugura mañana la exposición retrospectiva más importante dedicada hasta ahora en Europa a la obra de la artista etíope Julie Mehretu, considerada como una "figura clave" por estar "reinventando el idioma de la pintura" como instrumento para explicar lo que pasa en el mundo.

Así lo ha destacado hoy el director artístico del Centro Botín, Benjamin Weil, en la presentación de la muestra, acto al que también ha asistido la artista, además del comisario de la exposición y presidente de la Comisión Asesora de Artes Plásticas de la Fundación Botín, Vicente Todolí; y Paloma Botín, miembro del Patronato de la Fundación.

Bajo el título 'Julie Mehretu. Una historia universal de todo y nada', la exposición reúne una selección de cerca de 30 pinturas y 60 dibujos correspondientes a momentos destacados de la trayectoria de una artista cuya mirada "permite reflejar el mundo en que vivimos".

"Es una de las artistas más importantes de su generación", ha destacado Weil sobre Mehretu, nacida en 1970 y afincada en Nueva York, cuya pintura es "un modo de reflejar la complejidad de este mundo": "Está reinventando el idioma de la pintura como instrumento vivo para explicar qué está pasando", ha recalcado.

También ha explicado que la obra de Mehretu, que se dio a conocer a finales de los noventa en la escena artística neoyorkina con un lenguaje "muy personal", enlaza lo "más clásico" de la pintura y el dibujo, con la actualidad, con "el caos del mundo" y con "elementos que son muy de hoy".

"Habla del momento de hoy en relación directa con el caos, con el palimpsesto de la historia", ha afirmado Weil en referencia a la superposición de imágenes que caracteriza la obra de Mehretu y que da nombre ('Palimpsesto') a una de las pinturas que inician la exposición, repartida en dos plantas del Centro Botín.

DIEZ AÑOS DE RECORRIDO

Una muestra que, según Vicente Todolí, hace un 'flash-back' de diez años, en un recorrido que mantiene un orden, aunque no estrictamente cronológico, y en el que se aprecia "cierta visión crítica de la utopía de las vanguardias", para terminar con una "distopía", pasando de "un mundo de luz a un mundo de oscuridad".

En este sentido, Todolí ha destacado que Mehretu es una artista "en constante evolución", ya que a pesar de que tuvo éxito pronto, no ha caído en la tentación de seguir haciendo lo mismo, sino que "ha evolucionado, tomando sendas bastante divergentes".

Así, sus pinturas que se crean "a través de la destrucción": "borrando construye y construyendo destruye", ha recalcado el comisario de la exposición, quien también ha incidido la referencia a imágenes que subyace en la obra de Mehretu. Así, desde 2013, con la 'primavera árabe', su pintura refleja "conflictos", y la última, de hecho, se basa en una manifestación nazi en la ciudad alemana de Dresde.

Precisamente, y preguntada por el repunte del racismo, Julie Mehretu ha considerado que "existe en todo el mundo, a nivel global". "Son momentos muy convulsos y es difícil encontrar un lenguaje para expresarlo", ha dicho.

Según la artista, los ciclos "se repiten constantemente" y "tenemos que inventar y crear un lenguaje para intentar navegar en estos tiempos tan convulsos", ha añadido.

Sobre la presentación de su obra en el Centro Botín, ha destacado la "oportunidad" que supone poder contemplar y repasar su trabajo en un lugar "con una luz tan increíble", lo que supone para ella un "momento excepcional".

Por su parte, Paloma Botín ha recordado que la colaboración "de largo recorrido" de Mehretu con la Fundación Botín, donde dirigió un taller artístico en el año 2015, y en cuya colección está presente su obra.

EXPOSICIÓN

La exposición que se inaugura mañana, 12 de octubre y podrá verse hasta el 25 de febrero de 2018, es un "completo recorrido" por la obra de la artista, desde sus primeros dibujos de grafito y cuadros de tinta y acrílico, hasta sus lienzos de gran formato con estructuras más complejas y superficies muy trabajadas, con atención también a sus últimas piezas, de carácter más dramático.

Según Benjamin Weil, se trata de una selección representativa del periodo posterior al 11-S, "un periodo en el que la guerra y su espectáculo se han vuelto un suceso cotidiano y en el que la violencia, el racismo y los crímenes contra la humanidad apenas provocan un débil sonido de alerta en el radar de la actualidad".

Repartida en dos estancias, sus pinturas podrán visitarse en la Sala 2 del Centro Botín y sus dibujos, de menor tamaño, en la 1. Así, podrán verse piezas como 'Arcade' (2005) o 'Zero Canyon (a dissimulation) (2006), donde se aprecian claves características como el dibujo arquitectónico, el uso del color, la sucesión de capas y marcas, y su apuesta por el gran formato.

En trabajos posteriores, como en su serie 'Invisible line', la artista se va desprendiendo de la referencia arquitectónica y del color para centrarse en el gesto, en el trazo casi caligráfico. Otra de sus últimas series, 'Conjured Parts', aborda en tono "aún más desgarrador" referencias a acontecimientos actuales, como 'Conjured Parts (Syria), Aleppo and Damascus' (2016).