Altamira no puede garantizar la apertura limitada

Pilar Fatás, directora del Museo Nacional y Centro de Investigación Altamira, ha confirmado hoy que la apertura limitada de 250 personas al año a la Cueva Original, no podrá mantenerse mucho tiempo. Actualmente, las pinturas están sufriendo las consecuencias de las modificaciones artificiales que se realizaron en la cueva en la primera mitad del siglo XX, ya que han alterado sus condiciones de conservación. Inicialmente, al ser la primera cueva con arte rupestre descubierta en el mundo, despertó gran interés en un plano internacional, por lo que se realizaron una serie de modificaciones que alteraron el interior de la cavidad.                                      La cueva era geológicamente inestable, por lo que se construyeron muros artificiales de contención, se entibó el techo de los polícromos y se rellenaron de cemento las grietas más profundas. Esto modificó radicalmente y de forma irreversible la dinámica natural de la cueva. Posteriormente, y en el momento de apertura de la cueva a las visitas, se hicieron en su interior escaleras, pasamanos y se instalaron luces permanentes. Esto permitió que hasta 170.000 personas en un año. Por otro lado, Fatás, ha mostrado su desacuerdo frente al Fraking, una técnica de extracción de gas no convencional que puede poner en peligro y desencadenar todavía más consecuencias en Altamira y en el resto de cuevas de Cantabria. Cabe recordar, que se conocen en Cantabria 65 cuevas con arte rupestre paleolítico, de las 400 que hay en Europa, y de las que 134 están en la Cornisa Cantábrica. No hay fecha de celebración para el Patronato de Altamira, produciéndose éste una vez al año, y dónde deberá abordarse los últimos datos del Plan de Conservación, los resultados de 2016 y las actividades y proyectos durante este 2017. Será en ese momento y con los informes técnicos del Plan de Conservación Preventiva, cuando se tomará una decisión sobre las visitas.